lunes, 5 de noviembre de 2007

Dos platos en el congo? Primera parte Por el Cnel. Arquimedes Cabrera

Se han difundido reportes de prensa acerca de la renovada tensión en el Este del Congo donde tropas uruguayas están desplegadas desde el 2000. El Subsecretario de Defensa ha sido llamado al Parlamento para dar explicaciones de esta situación donde dos Compañías del Batallón Uruguay IV están seriamente comprometidas.
Esta es una historia de oídos sordos, desinterés Nacional y pasividad política.
Ha principios de este ciclo de “Buenos días Cascos Azules” alertábamos sobre esta inminente crisis en nuestra primer editorial tiulado “Participación uruguaya en el Congo”. En aquella oportunidad advertimos en su última parte:
“El remoto noreste de Congo es el área de responsabilidad de la División de Naciones Unidas del Este con casi 10000 hombres a tres brigadas completas con apoyo de aviación de ataque- Brigadas Ituri, Kivus Norte y Kivus Sur-, con sus reservas compuestas por un Batallón de Sudáfrica y Fuerzas Especiales guatemaltecas. “
“Estas tropas no han probado ser capaces de conducir el tipo de operaciones requeridas contra el LRA en áreas remotas. El único esfuerzo efectuado hasta la fecha terminó en tragedia. Ocho integrantes de los Fuerzas Especiales de Guatemala fueron muertos el 23 de Junio 2006 durante una operación de comandos en Garamba. Guiados por datos de inteligencia británica que Otti (Comandante de los LRA) tenía solo 50 hombres, 70 guatemaltecos fueron emboscados por 200 rebeldes ugandeses pesadamente armados”.
A continuación informábamos:
“Actualmente se encuentra elaborándose en el cuartel general de MONUC, planes para desplegar en el área al Batallón Uruguay IV, reserva de la Fuerza, encontrándose hoy dos compañías en el área de Kivus del Norte. Territorios inhóspitos y dominados por diferentes fuerzas negativas hostiles al proceso de Paz y por tanto a nuestros cascos azules.”
Mas adelante alertamos:
“Como en Ituri -Bunia- (2003) y los Kivus (2004) quedarán nuevamente atrapados en un conflicto al que la comunidad internacional le ha dado sistemáticamente la espalda; bajo una organización burocráticamente inoperante como la administración de MONUC y un sistema de inteligencia, en el mejor de los casos, poco creíble”.
Finalmente denunciamos:
“Pero lo mas turbador, es que mientras la atención de la Comisión de Defensa, debería concentrarse en África, alguno de sus miembros del partido del gobierno, cuestionan la participación de Uruguay en Haití (MINUSTAH), donde por el contrario, ha llegado la hora de consolidarnos en aquel proceso de Paz…”
Pero esta historia tampoco es reciente. Las fuerzas de ONU- incluidos los 250 charruas- están amenazadas por los rebeldes hutus del General disidente Laurent Nkunda, con quien tuve que cruzar espadas en el Aeropuerto de la ciudad de Bukavu en el 2004, cuando protagonizara la tercera rebelión tutsi que culminó con la trágica batalla de Bukavu.
En aquella oportunidad, gracias a la intervención de las tropas orientales, se evitó masacres masivas, protegiéndose la vida y las propiedades de miles de pobladores y cientos de funcionarios internacionales.
Solos en aquel conflicto y ante una dirección política catastrófica de MONUC, las tropas orientales dieron muestras de valor, inteligencia y flexibilidad para enfrentarse a las hordas fanatizadas de un general Nkunda, profesional, culto y con apoyo de la pequeña pero guerrera Rwanda.
Mandatados a proteger la población, nuestros hombres y mujeres reforzados por tropas sudafricanas, nepalesas e indias, evitaron bajo el fuego de facciones de diferentes bandos que atacaban Bukavu desde fuera y desde dentro, salvar miles de vidas de hombres mujeres y niños.
Cuando se les ordeno, lo defendieron con hidalguía, impidiendo la caída del Aeropuerto a mi mando, mientras las tropas congolesas-primeras responsables de la defensa- se dispersaban o se pasaban al bando rebelde.
Mientras que un irascible General sueco, el General Isberg, segundo comandante de la fuerza, tuvo el Control Operativo de la Operación desde la Ciudad.
Tiempo después, un inexplicable informe interno de MONUC acusó a las tropas uruguayas de responsables por la caída de aquella Ciudad. Aun en Congo, recurrí a todos los mecanismos legales para que se investigara esta calumnia. Nuestra cancillería envió una nota protesta a Nueva York. Nunca hubo respuesta!!.

La brigada de los Kivus que tuve el honor de comandar durante aquellos difíciles días, fue relevada por dos brigadas completas. Una de India y otra de Pakistán, con el doble de efectivos y el triple de poder de fuego y aviación. Los uruguayos fueron replegados a la Capital como reserva, a pesar de mis esfuerzos por recomendar lo contrario.

Hoy, tal como lo anunciamos, sin haberse dado respuesta a las calumnias que se difundieron en el “Financial Times”, parece que MONUC vuelve a precisar de los uruguayos volviendo a desplegarlos en esas áreas calientes…

En “SOLDADOS EN EL CONGO el año que los charruas estrecharon la mano del demonio en los KIVUS”, próximo a editarse, detallaré los detalles que llevaron a estos desencuentros, haciendo un alegato de la heroica acción de nuestros cascos azules como de costumbre, desapercibidas en nuestra Patria.
En su capítulo VIII por ejemplo, se describe el combate decisivo previo a la toma de Bukavu y algunos de los desencuentros con la propia cadena de mando de MONUC:.
Transcribimos estas experiencias xcon la esperanza que se tome conciencia de lo que nuestros hombres estan haciendo por el mundo:

1ra.Parte. En el polígono pero del lado de los patitos.

El convoy de MONUC, encabezado por el joven teniente uruguayo que comandaba la sección de reconocimiento uruguaya en su “yararaca”, desciende la prolongada pendiente del camino que desde el norte se aproxima a la península china.

Los acontecimientos que se avecinan, serán un claro testimonio de hasta donde las discrepancias de sus subalternos con la conducción de las operaciones, habían hecho perder la confianza del general Isberg en sus tropas, en particular las uruguayas.

Al entrar a una extensa curva arbolada, queda atrás la posición de Nkunda. Mas adelante, se vislumbra en el bajo las luces de la base de los ingenieros chinos. En el horizonte, las oscuras y quietas aguas del lago Kivu reflejan a la distancia el resplandor de Bukavu.

En la tenebrosa montaña que domina esa pendiente desde el sur, el teniente coronel Foka Mike, comandante de la brigada 113 de Mbuya Mabe, es alertado sobre la aproximación de una columna motorizada. Tal vez será la MONUC que una hora antes había cruzado hacia territorio rebelde, en dirección al aeropuerto.
Pero no debe confiarse, quien se aproxime desde el norte representa una amenaza. Alerta a las avanzadas y sus escuchas sigilosamente buscan posiciones desde la altura.

Los hombres apostados en la sombra, remanentes de las fuerzas replegadas de Masudi y algunos integrantes de las reservas de la 10ª.región, temen una embestida rebelde. Algunos de ellos son apenas niños, muchos adolescentes. Están poco dispuestos a un enfrentamiento con los temidos rwandeses durante la noche.

Con los ojos desorbitados, observan las luces de los vehículos que se aproximan a la base china de MONUC en el bajo, cuya barrera de acceso pródigamente iluminada por reflectores permitirá identificarlos.
El convoy esta encabezado por un extraño blindado ligero que enarbola una bandera celeste como la de MONUC, pero no es el mismo tipo del que poco antes pasara en dirección a las posiciones rebeldes.
Las órdenes eran no revelar su posición, pero realmente eran los cascos azules los que se aproximaban o seria otra estratagema de Nkunda?

En un siseo se corre la alerta entre los defensores congoleses y en el nerviosismo pierden el sigilo. Los puestos avanzados en las caídas hacia el oeste se mueven nerviosos para ganar altura y campo de tiro sobre el bajo, por donde se aproximan los sospechosos vehículos.
Como en un relámpago electrizante, los aterrados defensores de la colina advierten que casi a sus espaldas, a escasos metros en la elevación próxima opuesta al camino, sombras invisibles se abalanzan quebrando el silencio. Inmediatamente una descarga de fuego y plomo los toma desde su flanco izquierdo y los golpea despiadadamente.
El aullido de los proyectiles y el seco sonido de los impactos de las armas de asalto que los emboscaron, les impide reaccionar y presa del pánico retroceden a los tropezones hacia las posiciones que un minuto antes les brindaban abrigo entre los árboles.

Pero ya es tarde, el fuego desde las alturas inmediatas se generaliza. Varias ametralladoras baten implacablemente las posiciones congolesas y el atronador rugido de los cohetes disparados casi a boca de jarro, hacen impacto en medio de los atónitos defensores. Los exploradores de la posición que se habían adelantado a observar el movimiento del convoy en la ruta, son tomados al descubierto y huyen despavoridos.
Mientras intentan desandar su corto y empinado camino hacia la salvación de su precaria posición defensiva en el bosque de la cima, algunos abandonan sus armas y varios cuerpos caen inertes en el frío y húmedo suelo de esa colina.
El comandante congolés intenta reorganizar su defensa y alienta a sus hombres a responder el fuego. Ya no es posible distinguir desde donde caen las balas de los asaltantes. Un furioso tiroteo se generaliza.

Los rebeldes, dispuestos a reiniciar su ofensiva, estaban desplegados en su posición de ataque, cuando al advertir los movimientos en la defensa congolesa precipitaron el asalto. Aprovechan la confusión y el pánico embistiéndolos, generalizándose un combate prácticamente cuerpo a cuerpo a ciegas, casi dentro las mismas posiciones defensivas de las sorprendidas fuerzas leales congolesas.
A pesar del pánico, algunos emboscados intentan ocupar posiciones en la cresta topográfica y resistir o al menos, cubrir la retirada de sus camaradas atrapados metros mas abajo.

Mientras tanto la columna de MONUC que descendía por la ruta desde Miti, alcanza
la entrada a la base china y el general Isberg, cuyo vehículo blindado marcha detrás del “yararaca” uruguayo, ordena hacer alto.

Mientras el combate se generaliza en las alturas al frente y el flanco derecho a unos trescientos metros, el convoy se detiene en el desfiladero, exactamente bajo las luces de los potentes reflectores de seguridad de la entrada a la base china.
Habíamos quedado prácticamente en un stand de tiro al blanco, pero del lado de los patitos.

El oficial uruguayo adelanta su carro y sale de la luz de los reflectores, mientras que munido de su visor nocturno intenta determinar el origen del intenso fuego en las alturas que nos rodean.

Las balas golpean por doquier, pero es evidente que tal volumen de fuego no es dirigido a nuestra columna. De haber sido así, ya no contaríamos el cuento.

El general desciende de su vehículo y provisto de su casco azul de keblar y chaleco antibalas me ordena abrir fuego. A la carrera alcanzo el primer blindado desde donde la indagación con el dispositivo de observación nocturna indica que el combate se ha generalizado en las colinas circundantes.
No es posible individualizar quien esta peleando, pero es claro que no estamos en una emboscada. Están combatiendo entre si, por lo tanto no tiene sentido abrir fuego. Contra quien quería disparar el general?.
Regreso a su posición detrás de la camioneta blindada, y sin esperar mi informe me pregunta en tono desafiante:-“Sus hombres no están dispuestos a abrir fuego?”.
Molesto y sorprendido, pero haciendo honor a los años de educación militar que me proporcionó mi ejército, le respondo: “Si señor, pero no tenemos enemigo, ahí enfrente están combatiendo entre si y el fuego no es dirigido a nuestra posición”. Con el rostro rojo de ira vuelve a increparme: “Como no, acaso Usted no escucha el “zip zip” de las balas?. Ordene responder el fuego!” (sic).
Procuro no perder la calma, aunque ya indudablemente molesto le explico no sin cierta ironía: “General, si estuviéramos recibiendo fuego y esto fuera una emboscada, en el lugar en el que Usted nos hizo detener, se daría cuenta muy claramente”.- Intento persuadirlo sin éxito.-“ Lo que Usted escucha, son disparos que provienen de aquellas posiciones al frente y nosotros estamos en la inmediación de las líneas de fuego de alguien, eso es todo”.

Completamente perturbado por mi respuesta indica al ayudante que intente comunicarse por celular con el general Mbuya Mabe, para saber que esta pasando y yo me dirijo a mi “soft skin” donde permanecían los oficiales de enlace expectantes.

Tomo la VHF y ordeno a las tripulaciones que se apresten a responder si se recibe fuego directo, pero que solo lo hicieran a mi orden. Ahora era yo el que había empezado a perder la confianza en un general Isberg eufórico y anhelante de abrir fuego a la oscuridad.

Pasan los minutos, las tripulaciones de los “Yararacas” buscan posiciones desenfiladas en el camino y están alertas pero serenos. Mientras tanto, los observadores que integraban la delegación del general, desenfrenadamente procuran contactarse con algún representante de Mbuya Mabe, que misteriosamente ya no dará señales de vida.

En lo alto de la colina, el fuego por momentos recrudece. Observo a mis acompañantes en el asiento trasero. El enlace de Mbuya Mabe esta con el rostro lívido y aunque no pronuncia palabra es evidente que esta aterrorizado. El también esta intentando con su celular contactar sin éxito a alguien de la 10ma. Región, que le explique que estaba pasando.
Sin embargo el hombre de Nkunda, sin alterar su gesto altanero mira el chaleco antibalas que está en el respaldo del asiento y me pregunta desafiante porque no me lo pongo.
Divertido a pesar de las circunstancias, le respondo que los comandos no lo necesitamos y tomándolo con una mano se lo ofrezco.

MAI MAI ante todo pero buen soldado al fin, responde con suficiencia, que sus hombres no lo precisan, desciende del vehículo y junto a la ventanilla se abre la guerrera, exponiendo su pecho al descubierto en dirección a las colinas demostrando como las balan respetaban su magia.
El sabia muy bien lo que ocurría allá arriba. Ninguno de los que estaban enfrascados en la batalla tenía tiempo para distraerse haciendo puntería con nosotros.

Nuevamente me aproximo a la posición del general, esta vez acompañado de los oficiales de enlace. La balacera por momentos recrudece y nuevamente el general demanda responder un fuego que no estaba dirigido a nosotros.

En un nuevo intento por persuadirlo, trato de explicarle que disparar nuestras ametralladoras sin tener identificado ningún blanco, solo atraería la atención de los combatientes en la colina, que al verse atacados nos podrían hacer presa fácil de sus fuegos, ya que en nuestra posición en el desfiladero y frente a los reflectores, éramos perfectos blancos de un polígono de tiro.

Su punto de vista, es que estamos bajo una acción de Nkunda para amedrentarnos y que debemos reaccionar demostrándole fuerza.

No estaba muy alejado de la realidad. El asalto de Nkunda realmente existía. Sin embargo no estaba dirigido a nosotros. Tiempo después lograré reconstruir los eventos de aquello noche, recogiendo los testimonios de protagonistas de ambos bandos. Incluidos Nkunda y Mbuya Mabe.
El general rebelde había movido sus piezas brillantemente y antes que ningún nuevo pacto de cese del fuego continuara interfiriendo con su estrategia, o que las tenues negociaciones de los mediadores surtieran algún otro efecto, reinició su ofensiva en nuestras propias narices.
Lo insólito, era que Isberg pretendiera disparar sin ser atacado ni tener identificado ningún agresor.
Ya casi sin mucho recurso, pregunta al ayudante su opinión y su desazón es visible cuando este le manifiesta que el fuego no esta dirigido a nuestro convoy.

Ha pasado un tiempo excesivamente largo y ningún progreso hemos obtenido. Permanecer en ese lugar sin saber que acontecía en nuestro entorno no era recomendable para seguir gozando de buena salud.

Le propongo al general movernos fuera del alcance de la luces y armar una patrulla de reconocimiento para verificar la situación en la colina. De todas maneras, si la intención del general era atacar a alguien o ejercer alguna acción para separar a los que estaban peleando ahí arriba, la primera buena cosa debía ser saber a quien, y la segunda salir de la posición de los patitos del stand de tiro.

Pasa el tiempo y los combates ya se hacen esporádicos. Tal vez, aunque riesgosa, una incursión a pie en las colinas permita identificar la amenaza al frágil pacto de paz y neutralizarla. Pero el general en lugar de aceptar mi recomendación, decide retirarse a la protección de la base china, por lo que nuestros vehículos transponen la barrera e ingresan a la plaza de armas del impecable campamento de los ingenieros chinos.

Desde el batallón uruguayo en Bukavu, llegan informes que columnas gubernamentales se están retirando desde las afueras de Bagira en dirección a la ciudad.
Otro enlace uruguayo recibido en el campo, informa que columnas leales a Mbuya Mabe están retrocediendo por la ruta que viene de la península china.
Todo indica que las horas de la ciudad mártir están contadas.

Dentro la base, el general se dirige a la sala de comunicaciones y hace desesperados esfuerzos por conectarse con algún representante de Mbuya Mabe, sin saber que a esa hora el comando de la región defensora de Bukavu se estaba moviendo afuera de la ciudad.

Durante la vigilia de todos los presentes, recrudecen nuevamente sus reproches y en un intento tenaz aunque de dudosa ética militar, recaba el veredicto de los presentes, acerca su obsesión de haber estado bajo ataque.
Se arroga la ventaja de la subordinación de los oficiales, que aún en conocimiento de nuestra discrepancia son interrogados en mi presencia, procurando de esa manera contar con respaldo para su inverosímil orden de dispararle a la nada, que no fue cumplida.

Bukavu estaba a merced de Nkunda, luego de que los defensores de la colina habían dejado cuarenta muertos en el terreno frente a nuestras propias narices, pero el comandante de brigada de la MONUC persistía en su guerra propia.

De pie, formando rueda a su frente, el general recoge los veredictos de los oficiales de su estado mayor que presenciaron el incidente. Incómodo y molesto por lo embarazoso de la situación en la que nos puso Isberg a todos, permanezco de pie en silencio: Comenzando por Ndao, uno por uno respondieron que no; ninguno percibió que habíamos sido el blanco del fuego de las colinas. El último fue el teniente coronel Paul Jobbins, que también coincidió con la opinión general de todos los presentes.

El resultado abrumador de esta encuesta extraña, no fue impedimento para que el general Isberg reportara en forma confidencial al jefe de ayudantes británico del Comandante de la Fuerza, que los uruguayos se negaron a su orden de responder, al recibir fuego en la península china.

Los reportes del general Isberg, fueron sin ninguna duda, una de las principales causas de las acusaciones falsas al contingente uruguayo en el informe de ONU publicadas en el diario ingles “Financial Times”.

Noticias Sábado 3 de noviembre

Ban muestra su preocupación por la crisis de la República Democrática del Congo

El Secretario General de la ONU, Ban Ki Moon, expresó su profunda preocupación por la crisis que se vive en la zona este de la República Democrática del Congo y por su impacto en la región.

Varios organismos de la ONU estiman que desde diciembre de 2006 más de 370.000 personas se han visto desplazadas a la provincia de Kivu al norte del país. Las organizaciones temen que haya muchas más en áreas inaccesibles para las agencias humanitarias, mientras la población continúa huyendo de la violencia debido a enfrentamientos entre el Gobierno y fuerzas rebeldes.En ese sentido, Bank Ki Moon decidió enviar a su asistente para asuntos políticos, Haile Menkerios, en una misión especial a la región. Menkerios, que viajara, trabajó previamente como representante especial adjunto del Secretario General para ese país.El funcionario de la ONU se reunirá con miembros del Gobierno de la República Democrática del Congo y otros líderes de la región. También conversará con los socios bilaterales y multilaterales del país, para encontrar formas de resolver la crisis inmediata y sus causas profundas.Durante su misión, Menkerios, coordinará de cerca con el representante especial del Secretario General en esa nación africana y con los asociados internacionales involucrados actualmente en iniciativas para resolver la crisis.

lunes, 22 de octubre de 2007

cascos azules un año mas en Haiti

PROYECTO DE LEY

Artículo Único.- Prorrógase hasta el 31 de diciembre de 2008, la permanencia fuera del país del Contingente Militar desplegado en la República de Haití, autorizado por las Leyes Nos. 17.992 de 20 de julio de 2006 y 18.163 de 29 de julio de 2007.

Noticias del programa del sábado 20

ONU pide prudencia ante decisión de desarmar a rebeldes en República Democrática del Congo

-La Radio Okapi de Kinshasa, patrocinada por la Monuc, informó que el general Babacar Gaye, de la misión, urgió a “dar una oportunidad a las soluciones pacíficas. Es en interés de los pobladores, que son una vez más las primeras en sufrir esta situación”.
Bruselas.- La Misión de Naciones Unidas para la República Democrática del Congo (Monuc) recomendó agotar las vías pacíficas luego que el gobierno ordenó desarmar “por la fuerza si es preciso” a las fuerzas rebeldes del general Laurent Nkunda.

-Ban nombra nuevos representantes especiales para Liberia, RDC y Costa de Marfil

-El secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, anunció hoy el nombramiento de tres representantes especiales y dos enviados especiales adjuntos para cuatro países africanos -Burundi, Costa de Marfil, República Democrática del Congo (RDC) y Liberia, según informó la portavoz de la ONU, Michele Montas, que precisó que ahora espera la aprobación del Consejo de Seguridad a estos nombramientos.


-Kinshasa entrega al TPI a Germain Katanga, acusado de la muerte de 200 civiles en una aldea de Ituri

-Las autoridades de la República Democrática del Congo (RDC) han entregado al Tribunal Penal Internacional (TPI) al histórico dirigente de las Fuerzas de Resistencia Patrióticas en Ituri (FRPI), Germain Katanga, según informó hoy el tribunal en un comunicado. Entre otros cargos, Katanga está acusado del ataque a la aldea de Bogoro, perpetrado en febrero de 2003, en el que alrededor de 200 civiles fueron asesinados y numerosas mujeres y niñas fueron violadas y esclavizadas. El TPI también le procesará por la supuesta utilización de niños soldado.


Haití expresa su satisfacción por la renovación del mandato de la MINUSTAH

-El gobierno haitiano expresó el miércoles su satisfacción por la renovación por un año del mandato de la Misión de Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (MINUSTAH), aprobada ayer por el Consejo de Seguridad de ONU

Brasil estudia la posibilidad de sustituir a soldados por ingenieros en Haití

-El ministro de Defensa de Brasil, Nelson Jobim, dijo el miércoles que es posible que su país reemplace a muchos de los soldados que mantiene en Haití por ingenieros militares, a fin de colaborar más con la construcción de infraestructuras en esa nación.


Los Ejércitos de Sudamérica se unirán para afrontar desastres naturales

-Durante tres días autoridades militares de 10 fuerzas terrestres de los Ejércitos de Sudamérica (Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay como integrantes del MERCOSUR y Chile, Perú, Venezuela, Colombia y Ecuador como miembros asociados) se reunieron en Quito, con el propósito de intercambiar experiencias y acordar, como primera medida, una agenda conjunta para trabajar en prevención y minimizar los efectos posteriores al desastre.
En segundo lugar, usar la tecnología como puntal, ya que se acordó una plataforma informática que integre la operatividad de las operaciones de apoyo en estos casos. Esta tarea tendrá la asesoría del Comité de Comandantes del MERCOSUR y sus asociados a través de la planificación, desarrollo e implementación de proyectos científicos y tecnológicos.
El tercer objetivo es planificar ejercicios de simulación de riesgos. Este punto, además, servirá como una oportunidad para mejorar la coordinación entre los gobiernos, las Fuerzas Armadas y la población civil de cada país.
El cuarto paso será la creación y funcionamiento de una comisión ad-hoc de ciencia y tecnología que trabaje en la región, que se realizará en la próxima reunión de las autoridades militares en Chile. Está previsto que el siguiente encuentro se cumpla durante el primer semestre del 2008.

martes, 25 de septiembre de 2007

AUDICION

Todos los sábados a partir de las 12:30 por CX4 Radio Rural se emite este programa dedicado pura y exclusivamente a las misiones de paz de las Naciones Unidas.

Director: Leandro Olivera
Conducción: Alejandro Olivera, Valentina Sierra